La República.El propio ministro de Defensa, Rafael Rey Rey, se encargó de confirmarlo: el explosivo que provocó la muerte del joven sargento EP Euler Sánchez Ipuschima dentro del perímetro de la base situada en el Cerro San Judas el lunes, no fue colocado por los senderistas que siguen rondando el valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) sino por las propias Fuerzas Armadas.
“Desgraciadamente fue una mina nuestra. Toda esa zona está minada para evitar ataques externos, y (Euler Sánchez ) no tuvo la precaución de ir por los lugares que estaban indicados. Pisó una mina nuestra; eso le ocasionó la muerte”, señaló Rey, quien con estas declaraciones ha puesto en situación bastante incómoda no sólo al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas sino también al Estado peruano frente a sus compromisos asumidos internacionalmente.
Un tratado ignoradoEl Estado peruano es signatario, desde 1999, del Tratado de Ottawa, texto que apunta a la eliminación total de las minas antipersonales.
Junto con un centenar de países, Perú se comprometió para el año 2009 a retirar las aproximadamente 50 mil minas que existen en su territorio, particularmente en la frontera con Ecuador, colocadas durante el conflicto del Cenepa.
La versión oficial señalaba que el sargento EP falleció mientras ofrecía cobertura de seguridad para el helicóptero que evacuaba a un soldado herido en un hostigamiento senderista ocurrido el pasado sábado.
De acuerdo con el comunicado oficial, el joven pisó el explosivo al intentar protegerse de un nuevo hostigamiento realizado por subversivos.
Fuentes del sector Defensa calificaron de lamentables las declaraciones del ministro, “porque tendrán un efecto internacional dado que el Perú es signatario de convenios internacionales”.
Oficialmente, este diario no pudo obtener una respuesta sobre si todas las bases móviles instaladas en el Vrae desde agosto del 2008 cuentan con minas en sus perímetros y desde qué fecha.
Minado recienteUna versión extraoficial señala que el minado se habría producido recientemente, luego de los constantes hostigamientos de senderistas agazapados en la vegetación.
Fuentes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas señalaron que se ha emprendido una tarea de limpieza en el área para evitar “más accidentes”.
El 21 junio, el soldado Jhoni Kaynicelima Tabray perdió la pierna, de acuerdo a la versión oficial, al pisar una mina cuando realizaba un patrullaje muy cerca del perímetro de esa misma base contrasubversiva del cerro San Judas.
“Falta de competencia”El analista Fernando Rospigliosi calificó de “incompetentes” a militares que están a cargo de las operaciones en el Vrae. En primer lugar por “seguir utilizando minas antipersonales a pesar de que el Perú ha suscrito el Tratado de Ottawa que prohíbe su uso. “El artículo 1 señala que los estados miembros se comprometen a no emplear, bajo ninguna circunstancia, minas antipersonales”.
Y en segundo lugar “por colocar la mina y no acordarse dónde está. Cuando se usan esas minas, se tiene un plano de ubicación para evitar que las propias tropas se vean afectadas”.