fantasma escribió:Si quieren fortalecer la cooperacion que al Ecuador le cuesta 200 millones al año, deberian contribuir con la mitad de lo que al Ecuador le cuesta la lucha contra estos grupos colombianos o por lo menos donen aviones y helicopteros para el transporte y patrulla de fuerzas especiales en la frontera con Colombia. La cooperacion tiene que ser compartida
Eso depende de lo que el Ecuador solicite y espere de los Estados Unidos.
Asistencia financiera:
Se da algo.
Pero ofrecer (de parte de los EE.UU.) y/o aceptar (de parte del Ecuador) el 50% del costo financiero de mantener el orden y la seguridad en el territorio Patrio: no es dable por cuanto eso implica reconocer que el Ecuador es incapaz de actuar en defensa de su Soberanía contra esta amenaza, lo cual no es el caso en nuestro país.
Asistencia militar:
La donación de aviones o helicópteros: esto se daría en el contexto de lo que el Ecuador necesite y solicite de los Estados Unidos. Las necesidades militares del Ecuador no son las mismas que las necesidades militares de Colombia, y por tanto esto no se mide en una simple comparación de manzanas con manzanas.
A vista de las experiencias de los vecinos colombianos y peruanos, las FF.AA. ecuatorianas ejercen un control relativamente eficaz sobre el territorio Patrio, y no ha permitido que surjan grandes grupos de ilegales armados y uniformados que controlen zonas de nuestro territorio, y que requieran de un esfuerzo militar convencional que esté por encima de la capacidad de acción de nuestras Fuerzas Armadas.
Lo que existen -y se combaten- son campamentos de guerrilleros extranjeros, en su mayor parte móviles y transitorios, en la zona inmediatamente adyacente a la frontera colombiana.
Móviles y transitorios porque, lejos de luchar por el control del territorio, los abandonan y se regresan a Colombia apenas son descubiertos por las patrullas del EJERCITO.
Y lo otro que hay son laboratorios y áreas de almacenamiento clandestinos en distintas zonas del país cuyo combate no se hace con aviones o helicópteros de transporte o ataque, sino con una adecuada labor de inteligencia policial.
Para las tareas de transporte de tropas especiales, el Ecuador hace uso de sus propios recursos, y no es sabido que haya solicitado donaciones de helicópteros estadounidenses.
Es de público conocimiento que el EJERCITO está en proceso de adquirir, con RECURSOS PROPIOS DEL ECUADOR, una cierta cantidad de aparatos rusos.
Es de notar, además, que la adquisición de los DHRUV por parte de la FUERZA AEREA ECUATORIANA se justificó -entre otras cosas- en la necesidad de poner a disposición de la FUERZA TERRESTRE los elementos necesarios para asistir en una adecuada movilización de sus patrullas en la frontera NORTE (véase intervención del ministro de la Defensa ante la Asamblea Nacional en el juicio político de hace pocas semanas). Que en la práctica el despliegue operacional de esos helicópteros no se compagine con esos propósitos ya es otra cosa. Pero eso es lo que se dijo.
En suma, se entendería que lo que el Ecuador parece que necesita, en el contexto de la lucha contra este flagelo, es mayor coordinación y colaboración en las labores de recolección de inteligencia con fuerzas de inteligencia de PAISES AMIGOS. Ha habido recientemente una cierta cantidad de donación de equipo y material ligero para labores de patrullaje fluvial, pero no parece que esa fuese la principal preocupación de las autoridades militares del país en cuanto a necesidades insatisfechas.
Y en esta discusión hay que resaltar en todo caso lo que hace pocas semanas dijo una importante autoridad militar del país (no recuerdo si era el Comandante Gral. del Ejército) a propósito de la cooperación militar Estados Unidos-Ecuador: que nunca antes la cooperación entre los dos países había sido más estrecha como ahora.