Carlos Wellington
Posiblemente algun respetado procer suramericano, pero fue Bolivar y no es precisamente por ser un astuto político sino por hacer las cosas de manera autoritaria y aplicar las lineas militares como un dogma entre sus tropas. Que de manera personal me parece era la única forma de hacer algo en aquellos días del señor Bolívar, San Martín y demás próceres, lo único que se respetaba entre propios y extraños era la fuerza
Si, efectivamente Carlos, lo único que respetaban en aquella época era la fuerza. Bolívar (y la mayoría de próceres) no llegaron a eso por ser buenos chicos dándose golpes con almohadas.
Bolívar no era ningún santo y más de una vez tuvo sus excesos, y era natural; en aquella época solo se reconocía la fuerza como tu bien lo dices, o de lo contrario te desollaban vivo. Al pobre Bolívar la tuvo muy difícil al comienzo, comió m.... como no esta escrito. Pero así mismo les paso a todos los demás próceres.
Existen unas historias muy tristes de próceres que apenas les alcanzo para un solo combate y murieron dándolo todo. Otros como San Martin o Bolívar tuvieron la suerte de pasar por el holocausto y de alguna extraña manera sobrevivieron a casi 20 años de combates.
Pero en cada región de América, sobre todo en los países Andinos, surgieron infinidad de próceres, hoy en su mayoría olvidados, que brillaron como cometas y se extinguieron en un suspiro durante los 2 o 3 primeros años, entre 1810 a 1812.
Existen batallas desconocidas que se dieron al inicio, de las que poco o nada se menciona, que harían palidecer a Carabobo y a Boyacá. Encuentros militares donde nacientes próceres se lanzaban a comandar ejércitos recién constituidos con poquísima experiencia y sin embargo lograron unos éxitos rotundos, a pesar de que hacia apenas unos cuantos meses, ellos solo sabían ordeñar sus vacas o cultivar sus haciendas.
Bolívar fue de los suertudos, porque una vez hubo sobrepasado el límite de los 6 o 7 años de constante lucha, adquirió la experiencia que los primeros proceres nunca hubiesen soñado, y el destino tampoco se los permitió. Así, Bolívar una vez hubo probado innumerables veces la derrota, la traición y el exilio, fue tomando la experiencia, el rumbo y los conocimientos para estructurar allí si, una campaña libertadora que tuviese pies y cabeza.
Pero no llego allí a ese puesto tan fácilmente, eh? debió pasar la prueba militar bajo la mirada escrutadora de los primeros congresos y juntas de gobierno, la provincias que en un comienzo le subvencionaron las campañas o le encargaron la pacificación de sus territorios, cuando el era apenas un joven coronel. Tuvo que ir a rogarles por su apoyo, pues en cada una de sus retiradas llegaba limpio y sin nada, apenas acompañado por algunos pocos oficiales Venezolanos derrotados como él, a tratar de seguir luchando en otra parte, mientras planeaban como regresar a Venezuela.
¿Cuantas veces debió salir corriendo de Venezuela hacia los países vecinos y cuantas veces regreso vigorizado a Venezuela con el equipamiento, el dinero, la logística y los hombres que había conseguido y traído desde el extranjero, eh? ....muchas veces. Sin ellos, sin su dinero y sin su apoyo, Bolívar no hubiera llegado a donde llego.
Tras Boyacá, las puertas del cielo se le abrieron. Ahora era una figura reconocida en toda América y las provincias se rendían a sus pies. La dictadura le llego caída del cielo en 1821, cuando el ni siquiera se lo imaginaba, tanto que su nombramiento como presidente de Gran Colombia llego cuando el estaba ausente. Según sus propias palabras "no deseaba el cargo", pero todos sabemos que el ego es un animal difícil de domesticar.
Se hizo el que no deseaba la cosa y solo acepto "porque así se lo pedía el congreso" y Santander seria su vicepresidente, pero todos los votantes olvidaron en aquel momento de efervescencia mediática, a la persona que debía ostentar el puesto por derecho propio, un prócer capturado en los primeros años y que había sido liberado recientemente desde España, Antonio Nariño. (el palacio del presidente de Colombia lleva hoy su nombre).
Ese personaje, que luego seria también presidente, había cruzado el lugar mas aterrador de todos los que tuvieron que enfrentar los Americanos en la revolución, ese sitio era el Valle de la Independencia; un cañón impresionante por donde corre un rio llamado Juanambu. Allí se estrellaron la gran mayoría de los próceres de la Independencia, Cayzedo, Cabal, Macaulay, Nariño, Sucre, Valdez y Bolívar.
El lugar sirve como defensa natural a la fortaleza de Pasto; sin lugar a dudas el sitio más inexpugnable que hubo en toda América del sur y que separaba a Venezuela y Colombia, de Ecuador. La sola vista de semejante accidente geográfico deja pensando a cualquier estratega contemporáneo. Nunca pudieron ser vencidos los Pastos, eran una raza aguerrida e indomable, aislados totalmente del resto de América a casi 3000 metros de altura, habían sido adoctrinados durante 300 años por la iglesia católica hasta el punto de pensar que Dios y el Rey de España eran lo mismo. Su nivel de fanatismo y lealtad hacia la corona española era total.
Con estas hordas de fanáticos y con el Valle de la Independencia guardándoles el costado norte, la fortaleza se hizo inexpugnable. Solo el primero de los próceres, Cayzedo, logro llegar y vencer a los Pastos en el primer intento. Pero no lograría conquistar la fortaleza porque al final resultaron demasiados. De nada servía llegarles con 500, 1000 o 2000 hombres a esa alturas; parecían como conejos saliendo por centenares de sus madrigueras y daban al traste con cualquier estrategia o avanzada de los Americanos.
Allí cayó Nariño, y por su temprana captura (1814) se perdió gran parte de la revolución; apresado en Cádiz, tan solo regreso cuando España ya no pretendía a Venezuela, Colombia y Ecuador.
Salud.